2º REFLEXIÓN - JUEGOS POPULARES EN FAMILIA
Como habéis podido comprobar en este mismo blog, soy Daniel Pradas Andreu, futuro docente y valenciano. No obstante, hay algo que no os he contado, mi familia paterna es de Alcublas, donde han vivido toda su vida, y es allí donde paso la mayoría del tiempo y donde se encuentran mis amigos.
Después
de tener un par de conversaciones con mi abuelo y mi padre he podido comprobar
que la vida de ocio antigua es totalmente diferente a la actual, pues esta ha
ido avanzando con el paso de los años. Mi abuelo, apenas tuvo tiempo libre, los
primeros años los pasaba en la calle jugando con los amigos (algo que no pasaba
en la ciudad) a los bolos o a tocar puertas y enseguida le tocó ir con su padre
a trabajar como agricultor (en aquella época era típico en el pueblo los
cultivos como el almendro, el olivo, la vid o el algarrobo) y como pastor. Por
otra parte, mi padre me comentaba que sí que es cierto que tuvo más tiempo de
ocio que mi abuelo, pero que también pronto se tuvo que dedicar a ir a la
berza, en la agricultura también. Él jugó a juegos tradicionales como al pillapilla,
al “sambori”, a la goma, al frontón, al “churro va” y también al deporte al que
le dedicó un gran número de años, al fútbol. Podemos ver fácilmente como mi
padre jugaba más horas de su vida y a más juegos, totalmente nuevos comparando
con mi abuelo.
Los
tres juntos llegamos a la misma conclusión de que podemos identificar una línea
del tiempo en cuanto a los juegos y cómo evolucionan estos. Según nuestras
experiencias, afirmamos que existe una progresión, conforme pasan los años y
las generaciones aumenta el tiempo de juego y ocio y a consecuencia, la
variedad de formas de emplear este tiempo. Además, comparando sus estilos de
tiempo libre con los de mi generación podemos encontrar cambios en los juegos,
principalmente por el avance de la sociedad con el paso de los años. Este
avance ha provocado el aumento de tiempo de ocio y variedad de juegos y, por
otro lado, que haya más recursos y empresas que se dedican expresamente a promocionar
deportes, juguetes y cualquier tipo de juego relacionado con las nuevas
tecnologías (lo que más daño ha hecho a los juegos tradicionales las consolas,
tabletas, móviles…). Con lo cual, aclaramos que las modas y los avances de la
sociedad han sido las principales razones que han marcado cambios en la
tradición y la desaparición de estos juegos.
Para
continuar, ambos me contaron que antes era típico en la zona de la comarca de
la Serranía jugar a pelota valenciana y a varias de sus modalidades. Mi padre
jugaba con los amigos de vez en cuando a la modalidad de raspar o de frontón,
pero en un frontenis, con lo cual la chapa era más alta de lo normal.
Investigando y recordando obtuvimos que en Alcublas se promocionaba hace unos
años la pelota y la raspada. En verano se jugaban varias partidas de exhibición
con jugadores profesionales que subían al pueblo en la calle Larga y/o en la
calle Vicario. Además, hace poco tiempo un grupo de personas metidas en el
mundo de la pelota valenciana ofertó al ayuntamiento hacer una extraescolar
para que los más jóvenes practicaran el deporte, se hizo un equipo y se
llegaron a hacer partidas amistosas e incluso algún torneo en ambas calles del
pueblo. Y para terminar de promocionar, el ayuntamiento decidió construir una
“galotxa” para que la gente joven y el nuevo equipo (que terminó por
desaparecer) pudiera practicar y ofrecer la instalación con la intención de
promover en el pueblo.
Para
terminar, me gustaría comentar la decadencia que ha sufrido el deporte de la
pelota. Es evidente que ha dejado de ser el deporte por excelencia en la
mayoría de los pueblos valencianos. A mi parecer esto se debe a que el mundo
que lo rodea no ha sabido promocionarlos y las nuevas generaciones hemos dejado
de practicarla porque también se nos ha dejado de ofrecer. Las personas siguen
lo que les despierta interés y esto se ha perdido en el caso de la pelota, no
se ha intentado promover apenas o se ha dejado de buscar cierta inquietud por el
deporte. Además, no debemos olvidar que todos los días estamos rodeados de
deportes como el fútbol o cualquier tipo de consola y videojuego. En la
televisión y en sus anuncios no encontramos otra cosa y esto provoca que la
mayoría nos centremos en este tipo de productos. No obstante, me gustaría
aclarar que esto es un simple comentario, que no creo que sea cuestión de
adaptar el deporte de la pelota a la vida moderna, perdería parte de su
esencia, pienso que es cuestión de volver a darle imagen y voz, es decir,
importancia, ponerlo en práctica y darle hueco en nuestras vidas
promocionándola en el día a día con escuelas ofertadas por los ayuntamientos y
en la Educación Física principalmente, ya que apenas la trabajan los docentes
actuales.
A continuación disponemos el QR que os dará entrada al blog de "pilota" de Alcublas:
Aquesta entrada me pareix interesant, ja que parla com jugaven tres generacions diferents (avi, pare i ell). M’agrada la conclusió que trau Dani al principi del segon paràgraf on veu que l’oci ha canviat en tan sols 3 generacions .
ResponderEliminarPer últim destacar la seua opinió, ja que crec el mateix que ell en adaptar-ho a la vida moderna sigua lo necessari, sinó que es donar-li veu i imatge per a que torne a ser un esport practicat per moltes persones.
El codi QR me pareix molt original. Per a mi aquesta entrada té un 10.
Muy interesante el recorrido a lo largo de las distintas generaciones. Muy original el uso de un código QR para mostrar información extra. Un 9,5.
ResponderEliminarEn aquesta entrada em pareix important la comparació cronològica que realitza amb l'ajuda de les experiències del seu avi, del seu pare i de les seues pròpies, amb tota la recopilació de dades i informació per conseguir una opinió molt valuosa.
ResponderEliminarEn el referent a la seua opinió me pareix una gran sorpresa la autocrítica que hi fa en contra de la pilota, no com a esport, sinó en la incapacitat per a promocionar-se al món per poder continuar en la seua importància dins del territori d'actuació.
La nota a aquesta entrada és d'un 9,5.